• Capitulo cuatro. – Drink, drugs, fun. Parte I.
Se acerca la hora de la fiesta, me miro en el espejo, hago una mueca, mi pelo realmente se ve mal, mi moño queda medio caído hacia un lado, casi deshecho. Me dirijo al armario dejando al espejo atrás, allí quedo unos largos minutos observando lo que tengo, al final decido algo atrevido, voy hacia el baño, una vez allí mientras me miro al espejo me voy quitando la ropa que traía y la cambio por la de la fiesta.http://www.polyvore.com/
— ¿A dónde vas? — Pregunta sorprendida.
— Bueno he vuelto a ver a Justin. — Sonrío antes de continuar. — Uno de sus amigos hace una fiesta y bueno me ha invitado a ir con él. — La miro a través del espejo mientras pongo algo de rímel en mis pestañas.
— ¿Vaya, ya os habéis visto? ¿Y qué tal? — Arquea una de sus cejas haciendo que ría.
— Bien, ha cambiado muchísimo. — Me miro al espejo haciendo algunas poses para ver si estoy bien, ella ríe insinuante. — ¿Qué?
— Nada, oye vigila, Justin se ha vuelto un tanto… — Intenta buscar una palabra que no suene muy vulgar, pero me adelanto.
— ¿Idiota, chulo, mujeriego, cerdo? — Digo sin más.
— ¡Ashley! — Grita sorprendida.
— Vamos, tú también lo piensas, pero no sabes cómo referirte a él. — Río, ella rueda los ojos y camina hacia la puerta para irse.
— Vigila. — Agita su dedo índice avisándome, yo asiento, mientras maquillo mis labios, al acabar sonrío.
— Perfecta. — Susurro.
A las 22:00 salgo de casa, camino hacia la casa de al lado y espero afuera, Justin no está y tarda en salir, así que me siento en uno de los bordillos de la acera. Justo alguien tapa mi boca, intento gritar, pero no puedo, ese “alguien” hace que gire quitando su mano de mi boca, cuando logro ver quien coño me ha tapado la boca veo a Justin riendo, estoy muy cerca de él, tanto que puedo oler su perfume diría que One Million. Golpeo su pecho enfadada pero a la vez río.
— ¿Eres idiota o qué? — Grito aún golpeando su pecho.
— Eh, nena tranquilízate. — Agarra mis brazos con fuerza impidiendo que pueda golpearle.
— ¿Nena? Ahora no me digas que no recuerdas mi nombre. — Frunzo el ceño esperando que lo recuerde.
— Se de sobras cómo te llamas, ¿Pero no te gusta nena? — Vuelve a repetir esa palabra que taladra mis oídos.
— No, soy Ashley y punto. — Le advierto apuntándole con mi dedo índice.
— Está bien. — Alza sus manos como si se rindiera y sonríe.
Sonrío falsamente, él lo nota y ríe por mi reacción, camino hacia adelante, cuando llevo unos metros lejos de él me giro para ver si camina también, en cambio lo veo ahí parado mirándome de arriba abajo, juro que no hay nada más repugnante por parte de él, odio que haga eso.
— ¿No tendrás rayos X o algo así no? — Digo vacilante.
— No, no me hacen falta. — Sonríe de lado.
— ¿Qué se supone que tengo que decirte ahora? ¿Ya sé que estoy buena pero puedes disimular un poco? — Repito la frase que él dijo antes en la ventana, él ríe. — Mueve el culo.
— Te veo muy decidida nena. — Pronuncia cada letra de “nena” para hacer notar que ha dicho esa maldita palabra. — ¿Piensas ir a pie a casa de Kellan? Está como a 10 manzanas de aquí. — Da unos pasos y se para delante de un lamborghini blanco, abro los ojos al ver el coche.
— ¿Es tuyo? — Pregunto asombrada.
— ¿Cómo he conseguido las llaves si no? — Dice abriendo la puerta del copiloto, me da una señal para que entre, yo sonrío el gesto me parece algo “bonito” por su parte.
El camino transcurre en silencio, miro por la ventanilla, a veces a Justin de reojo, al que veo fumar constantemente, inhala, e exhala humo.
— Te agradecería que no me dejaras de lado en la fiesta, porque no conozco a nadie. — Logro decir interrumpiendo el silencio.
— Tranquila, te presentaré antes, después cada uno irá por su camino ¿vale? — Conduce sin dejar de mirar la carretera yo suspiro.
— Está bien. — Susurro.
— No hagas tonterías, porque en esta fiesta va a haber drogas, alcohol, drogas y más alcohol, no me gustaría tener que llevarte a casa por tu estado — Frunce el ceño.
— Vale, mamá. — Sonrío falsamente el me mira unos segundos antes de volver a fijar la vista en la carretera.
Minutos después estaciona el coche, baja él primero, después abre mi puerta, sonrío expresamente y él ríe al ver que lo he hecho a posta. Me acerca a él camina algo rápido y estira de mi brazo, le miro extrañada.
— ¿Qué haces? — Arqueo una de mis cejas.
— Aquí hay mucho baboso, vigila o me verás obligado a quitártelos de encima. — Advierte mientras toca el timbre de la casa.
Frunzo el ceño al escuchar lo que ha dicho, no digo nada. La música se escucha desde el exterior de la casa, es más, retumba, creo que es Skrillex lo que suena, alguien abre la puerta, un chico rubio, con una camiseta básica negra bastante ceñida, la cual hace que sus músculos se marquen perfectamente, en su mano sostiene un vaso, obviamente con alcohol, este hace un saludo con Justin, rápidamente se da cuenta de que no viene solo, así que queda fijamente mirándome sonríe y mira a Justin.
— ¿Tío, otra? — Ríe.
— ¿Qué? No, ella era mi mejor amiga cuando era un enano, somos amigos. — Sonríe, me aprieta a él, pero yo mantengo las distancias.
— ¿Y no me la presentas? — Dirige su mirada a mi mirándome de arriba abajo yo sonrío, Justin va a decir algo pero yo me adelanto.
— Ashley. — Extiendo mi mano sonriendo, este sonríe, agarra mi mando y la besa delicadamente, Justin le mira enrabiado.
— No va a ser de las que te folles Kellan, así que no hagas estupideces si no quieres verte con la cara sangrando. —Endurece sus pómulos yo le miro confundida.
— ¿Justin? ¿Desde cuando decides lo que puede y no puede hacer la gente? — Me zafo de su agarre y camino hacia Kellan, Justin abre los ojos tanto como puede, me mira incrédulo.
— Ashley, ¿No decías que no te dejara sola? ¿Qué te presentara a gente? — Frunce el ceño.
— Exacto y ya he conocido a alguien, diviértete como lo haré yo. — Camino con Kellan mientras agito mi mano de un lado al otro diciendo “adiós”. No puedo ver la cara que ha puesto Justin, pero apuesto a que no está muy contento.
Kellan es un tío enrollado, además está muy bueno, me ha presentado a algunos amigos suyos. No he vuelto a ver a Justin, supongo que estará por ahí tirándose a alguna tía, así que bueno, tampoco nada importante.
— Es raro que Bieber no te haya follado ya. — Se apoya en una de las paredes, agarra mi cintura y me apega a él quedando apoyada en su cuerpo.
— No es raro, porque ha sido como mi hermano, y realmente follar con tu hermano es algo asqueroso. — Frunzo el ceño.
— Pues apuesto lo que quieras a que él no te ve como una hermana. — Me aprieta más a él.
— No, no lo creas porque no es así. — Rio negando con la cabeza, él aparta mi cabello haciendo que todo quede a un lado y empieza a besar mi cuello, yo muerdo mi labio inferior. — No hagas eso. — Suspiro, giro quedando cara a cara con él.
— ¿Porqué? — Susurra muy cerca de mis labios.
— No es muy aconsejable. — Sonrío, este coloca sus manos en mi trasero aferrándome más a él, sonríe y besa mis labios, los muerde y juega con mi lengua, al poco de unos minutos nos separamos por falta de aire.
— ¿Porqué no vamos arriba? Ahí no hay nadie. — Aprieta más mi trasero.
— No soy como esas de ahí. — Miro a dos rubias operadas con cortos vestidos.
— ¿Así que eres difícil? — Pasa sus manos bajo mi top poco pueda ya que es algo ceñido.
— Para.. — Susurro, este saca sus manos y rueda los ojos.
— Está bien, ¿Quieres divertirte? — Arquea una de sus cejas.
— Es una fiesta. — Río. Entonces él me estira del brazo llevándome con él hacia uno de los puestos de bebida, coge un vaso bien cargado y me lo entrega.
— Prueba esto, así fijo que te diviertes, uno y te hará la más feliz del mundo. — Ríe esperando que lo beba, él coge otro y empieza a beber. Le miro y entonces lo pruebo, está bueno, así que acabo bebiéndome el vaso.
+++++++
— Vamos ahora tú — Ríe pasándome el porro, lo cojo y lo pruebo, se siente bien así que le doy más de 3 tiros, él ríe porque no lo paso. — Eh, no es todo para ti, hay poca así que hay que compartir. — Río.

No hay comentarios:
Publicar un comentario