sábado, 6 de julio de 2013

Capitulo dos.










• Capitulo dos. – ¿Ashley?


“BibibibibibibipBibibibibibip” Maldita alarma. Aún con los ojos cerrados la apago, me incorporo y froto mis ojos, por fin los abro y veo a la abuela en la puerta recostada mirándome con una enorme sonrisa.

— ¿Has olvidado que hoy nos vamos a Canadá? — Camina hacia mí y se sienta en la cama, yo voy hacia el armario y busco algo de ropa.
— La verdad se me había olvidado lo cual me parece algo fuerte porque llevo meses ilusionada con volver. — Hago una mueca, la miro, después vuelvo a fijar la vista en el armario intentando buscar algo cómodo, al final encuentro unos shorts negros con tachuelas, una camiseta básica de tirantes color lima y unas converse. Me visto delante de ella ya que me da igual que me vea, ella es mi abuela.
— ¿Qué guapa vas a ir no? — Mueve sus cejas y sonríe.
— Voy a ir como siempre, además no voy guapa, voy normal. — Frunzo el ceño y río por lo que a dicho.
— ¿No tienes ganas de ver a Justin? — Suelta sin más, mi corazón se acelera, Justin. Se me había olvidado de que hoy lo veré.
— Bueno, si, piensa que ha sido mi mejor amigo durante mucho tiempo, la verdad espero que volvamos a serlo. — Sonrío mientras cepillo mi cabello dejándolo suelto.

Bajamos a desayunar, cuando acabamos pedimos un taxi para llegar al aeropuerto, de camino coloco mis auriculares y me dejo llevar “And i don't want the world to see me
cause i don't think that they'd understand” tarareo. Realmente la cover de Sleeping With Sirens la amo y hace que recuerde muchas cosas, buenos momentos, así que no hay mejor canción para este día.

++++++

Bajamos del avión, al parecer ya estamos en Canadá, me he dormido durante todo el vuelo. Cogemos las maletas y las metemos en el maletero del taxi, seguidamente entramos en el coche, el taxista tiene acento Español, es bastante simpático, nos deja enfrente de mi antigua casa, trago saliva, no me lo creo. Nanny entra dentro de la casa, yo solo me quedo fuera observándola.
— ¿No piensas entrar Ashley? — Grita la abuela desde dentro.
— Sí, ya voy. — Agito la cabeza para olvidar mis pensamientos y entro, todo está como antes. El sofá color crema donde solíamos pasar noches papá y yo o la cocina, donde mamá preparaba sus deliciosos pasteles. Dejo la maleta cerca de las escaleras, y me siento en el sofá, acariciándolo.
— No hemos venido para que te deprimas cielo. — Se acerca la abuela intentando hacer que no me deprima.
— Tienes razón.

Hago como si nada y me levanto, cojo las maletas y las subo a los dormitorios. Allí veo mi antigua habitación, toda morada con fotos de antes, muñecas y peluches por todas partes, fotos con Justin cuando éramos unos mocos. Un gran ventanal en frente de la cama, desde la ventana se puede ver un parque en el cual jugaba horas, justo enfrente una casa también. Coloco las cosas, pongo la música algo fuerte y me estiro en la cama.

Narra Justin.

— ¿Qué coño? — Mira a Jane, la cual está a su lado enroscada en unas finas sabanas.
— ¿Qué pasa?.. — Frota sus ojos y ve que Justin la mira sorprendido.
— Joder, ¿No lo escuchas? ¿Quién coño pone la música tan jodidamente fuerte a las 8 de la mañana?
— Hay Justin, no importa, vuelve aquí. — Gruñe agarrando el brazo de Justin, este se libra, se pone los pantalones y la mira.
— Espera Jane. — Mira por su ventana ya que la música proviene de la otra casa, eso le enfurece aún más ya que no espera que la haya comprado otra persona que no sean los Johnson. — ¡Eh tu! ¡Baja la puta música! ¡Mi chica y yo intentamos dormir! — Grita condenadamente fuerte.



La chica misteriosa se levanta asustada por mi grito y me mira con cara de sorpresa. Yo arqueo una ceja esperando que reaccione y apague la puta música, pero es obvio que se quede así, realmente dejo a cualquier chica con la boca abierta, en todos los sentidos. La verdad es que ella no está mal, adoro los pantalones que lleva, se le ve un poco el trasero y eso me pone.

— Sé que estoy realmente bueno, pero podrías disimular un poco no? — Sonrío de lado ella apaga la música y camina hacia la ventana, la cierra y antes de correr la cortina puedo ver como ríe.
Mamá me debe una explicación, no pueden haber vendido esa casa, es decir compremos esta casa para estar al lado de la que antiguamente había sido como mi segunda casa, ahí habían cosas muy importantes, no pueden haberla vendido, no joder. Miro a Jane esta me mira curiosa.

— ¿Porqué no vuelves a la cama cariño?
— No, tengo cosas que hacer, está por venir mi madre, ¿Por qué no te vas ya? Ya hemos follado.
— ¿Ya te vas a follar a la nueva de tu vecina? — Se levanta buscando su ropa.
— Sí, eso mismo. — Ruedo los ojos y la dejo ahí cambiándose mientras bajo a desayunar algo.



++++++

Llega mamá a casa, camino enfadado hacia ella. 

— ¿Por qué diablos han vendido la casa de los Johnson? — Grito enfadado, ella pone cara de no saber lo que está ocurriendo.
— ¿Vendido? — Pregunta confusa. — No la han vendido Justin. — Niega con la cabeza, yo solo abro los ojos y la miro confundido.
— ¿Entonces? Porqué había una chica ahí en esa habitación. — frunce el ceño.
Mamá ríe negando con la cabeza, camina hacia la cocina, deja la compra en una de las sillas, yo la miro interrogante.
— Ashley ha vuelto. — Sonríe.
Quedo sin habla, seguramente esté con la boca abierta, pero no importa, ¿Qué diablos? ¿Esa era Ashley? Mi mejor amiga ha vuelto, joder y encima no tiene nada de niña, hasta diría que me pone.

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