lunes, 22 de julio de 2013
Capitulo trece.
•Capitulo trece – Sexy.
{Ashley}.
Su olor, su cuello, su camiseta.
Huele a hombre, oh dios, diría que es el perfume que tanto amo, diría que es One million, amo ese jodido perfume.
Me incorporo, dejo sus brazos para mirarle a los ojos, este desvía la mirada, pero rápidamente vuelve a fijar su vista en mí, en mis ojos.
— No… No estoy bien, en realidad mi cuerpo está bien, quiero decir, lo que no está bien es mi mente, mi cabeza. —Aprieta su mandíbula.
— ¿Qué ocurre? —Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, me preocupo.
— Ayer me viste así porque… Mi padre me quiere conocer Ashley.
— Lo siento… Digo, eso está bien, vas a conocerle Justin, se que lo pasaste mal tiempo atrás, pero seguro que hay una explicación. —Hago una pausa. — Siempre la hay de veras.
— Sí, supongo que está bien, pero aún después de todo no le tengo tanto odio, he pensado todo esto esta noche y… Sí que hay una explicación. —Suspira pesadamente, como si le fuese a costar lo que va a decir. — Es un mafioso Ashley.
Trago saliva ante lo que acaba de decir.
“Es una broma” pienso.
Pero no creo que él bromee con semejante cosa.
— Nos dejó cuando era un crío porque temía que yo no tuviera una buena infancia. No quería que pasara por lo que él antes había pasado, por su dura vida. No quería arriesgarse a perderme… De todas formas lo acabó haciendo igualmente. —Mira el suelo.
Acaricio su brazo, no tengo palabras, por mucho que quiera hablar no me sale nada. Él se ve triste, vuelvo a abrazar, esta vez es él el que hunde su cabeza en el hueco de mi cuello, su respiración es agitada, acaricio su nuca.
— Pero ahora lo vas a volver a ver Justin. Puede que no hayas pasado toda tu infancia con él, y sé que es duro, pero puedes recuperar ese tiempo. Al menos tienes padres Justin, yo ya no los tengo y no pude decirles adiós. —Susurro.
— Lo siento, no quiero hacerte recordar eso… —Deja de abrazarme para mirarme a los ojos, acaricia mi mejilla, va bajando hasta llegar al mentón, mira mis labios, pero rápidamente aparta la mirada y también su mano.
— Te quiero Ashley. —Murmura.
+
Justin esta tarde me dijo que iba a hacer una “mini fiesta” en su casa así que me dijo de ir como es obvio.
Se acerca la hora, así que camino hacia el armario y busco algo que ponerme http://www.polyvore.com/cgi/set?id=90176892&.locale=es
Ondulo mi cabello, agarro el móvil, miro la hora, son las 23:00, la ultima conexión de Justin es de hace unos minutos así que le envío un mensaje. “¿Voy ya?”
Al poco de unos segundos el móvil vibra, desbloqueo la pantalla y veo que es Justin “¿Ya quieres volver a verme? Nena, hace cuatro horas nos hemos visto ;)”
Río, en realidad me gusta más verlo así, no tan apagado, aun que prefiero al Justin cariñoso que no al creído, pero… Bueno. “Si tu lo dices entonces será eso.” Tecleo riendo.
“Anda, ven ya, total.”
Entonces me despido de la abuela, le aviso de que vendré tarde, no quiero que pase como la última vez.
Salgo de casa, camino a la de Justin, al llegar toco a la puerta, me abre.
Su cara cambia por completo, al parecer antes de abrir estaba hablando, lo cual ha hecho que al verme su boca sea una “O”. Río, el solo recorre mi cuerpo con su mirada, eso me hace gracia, me gusta saber que voy bien, pero que lo haga él es incomodo.
— Sé que estoy buena, pero podrías disimular. —Río, el también.
— Ya bueno, no soy yo el que provoca. —Sonríe de lado.
Se acerca a mí, pasa una de sus manos tras mi cintura.
Llegamos a uno de los grupitos, empiezo a recorrer esas 7 personas que están apoyadas en la pared. Christian, Cobrin, Cara, Kellan, Jane y dos chicas más una morena y una rubia, pero no las conozco.
Frunzo el ceño, al ver con qué cara me está mirando la perra faldera de Justin, sonrío victoriosa ya que ella me mira mal, muy mal, como si ahora el centro de atención fuera yo, aun que lo soy.
— Bueno, ya los conoces supongo así que no hace falta presentaciones. —Los mira.
— A ellas no las conozco. —Miro a la morena y a la rubia, estas miran a Justin y sonríen.
— Ellas son amigas de Jane. —Mira a la perra.
Entonces no me llevaré muy bien con ellas, digo, si son tan guarras como la tía esa no me caerán, gente así no me suele caer nada bien.
Christian y Cara caminan juntos hacia el jardín de Justin.
Noto como ella voltea, me mira y frunce el ceño.
— ¿A qué esperas tía? ¡Vamos a liarla! —Da unos saltos hacia mí, me estira del brazo provocando que vaya con ellos, miro a Justin, este se encoje de hombros
En el exterior miles de chicas pasean en bikini, otras bailan sensualmente pegadas a tíos o simplemente encima de unas mesas.
Cara me deja sola unos instantes, al regresar lo hace con un buen vaso de algo que desconozco, pero por el color diría que es vodka, ella me mira esperando que lo pruebe.
— Ya he probado esto. —Ruedo los ojos.
— ¿Y te gusta? —Ahora ella bebe de su vaso mientras baila al ritmo de la música.
— Sí, y espero que me controles porque soy de lo peor borracha. —Río mientras bebo de mi vaso.
+
Uno, dos… Vasos, pero no me basta, cojo la botella y bebo de ahí, acabo bebiéndomela yo sola, Cara ríe, ella ha fumado marihuana aparte y va mal, muy mal.
Se acerca riendo y empieza a moverse sensualmente junto a mí, ¿Así que por qué no?
Empezamos a bailar pegadas sensualmente riendo como dos tontas, unos chicos nos miran de lejos y ríen.
Esto empieza a ser aburrido, quiero bailar más.
{Justin.}
Danielle la morena quiere que subamos arriba, y realmente estoy por hacerlo, es excitante ver a tías pasearse ligeras de ropa por la casa, ver como insinúan. Pero de pronto aparece Christian riendo, va muy borracho y ríe sin control. Cuando logra llegar hasta a mí se pone serio pero al momento vuelve a reír.
— Tío, tu amiga es una fiera, está pateando a tu puta. —Ríe apoyándose en la pared.
¿Qué? ¿Ashley? ¿Peleándose con Jane? Oh dios, eso es jodidamente divertido, pero no si ella está borracha y me temo que lo está.
Ando rápidamente hacia el jardín allí chicos animan y las chicas ríen, algunas tapan su boca, de seguro que Jane está jodiéndole a Ashley, agh maldita, ya le dije que no somos nada.
Me acerco, entro en el corro, Ashley tiene uno de sus tacones rosados en su mano, Jane estira del pelo de Ashley, pero cuando esta se zafa la apuñala con el tacón.
Abro los ojos, ¿Qué demonio? Me meto entre medio, Jane no deja de gritar “Puta”, mientras Ashley intenta escapar de mis brazos para darle aún más.
Me doy cuenta de los pelos de Ashley, parece sacada de una película de miedo, su labio está cortado, le sangra.
Ahora miro a Jane, esta tiene sangre en la nariz, también en las manos, arañazos en su cara. Y no lleva extensiones, lo cual quiere decir que Ashley se las ha arrancado.
Como puedo cojo a Ashley en brazos, la llevo arriba, aviso a los chicos de que no bajaré por un largo rato ya que voy a hacer que esta intente dormir. A cuidar de ella como su fuese un maldito niñero.
La dejo en mi cama, ella empieza a reír, la miro curioso.
— Ahora vas a beber agua y dormirás. —Acerco una botella de agua y se la doy, esta ríe irónica.
— Hey Bieber, ¿Desde cuándo eres tan aburrido? —Enarca una ceja.
— No soy aburrido nena, pero tú ahora estás mal, estás jodidamente borracha y vas a dormir, porque si vuelves ahí abajo os volveréis a pelear y no quiero a la policía aquí. —La miro. —Bebe.
— La quiero matar porque es una zorra, porque ella cree que te voy a follar. —Ríe y pega un trago al agua.
— ¿Qué me vas? —Río irónico. — En todo caso sería “Cree que te voy a follar” — Repito su frase corrigiéndola.
— ¿Y no quieres? —Sonríe de lado.
— ¿Follarte? —Trago saliva, ella asiente. — No, no quiero.
— ¿Soy fea? —Su cara ahora es triste.
— ¿Qué? No, tú eres preciosa. —Frunzo el ceño.
— ¿Entonces? Yo quiero que me folles Justin. —Susurra mientras levanta de la cama y camina hacia mí.
¿Qué diablos cree que hace? Si cree que me la voy a follar va mal, muy mal, y además está borracha y no sabe lo que dice/hace.
— Estás muy borracha. —Aseguro alejándome de ella.
— No me quieres.
— No de esa forma, te quiero como una hermana y esto Ashley es asqueroso. —Susurro.
Ella vuelve a caminar hacia atrás y se deja caer en la cama. Suspiro al saber que por fin se ha rendido, apaga la luz y cierra los ojos.
— Tú ganas, pero duerme conmigo. —Murmura.
— Está bien, solo hasta que te duermas. —Me tumbo a su lado.
+
Unos labios húmedos me despiertan, abro los ojos alarmado incorporándome rápidamente. Me he quedado dormido, joder.
¿Qué coño hace besando mi cuello? Eso no puede hacerlo, mi cuello es mi puto punto débil y no quiero que esto acabe mal joder.
Enciendo la luz, ella me mira sonriendo, está… En ropa interior. En jodida ropa interior, no sé porqué me hace esto joder. Lleva un conjunto de encaje negro, sus pechos se ven bien, muy bien. Joder, porqué me hace esto.
— Eres jodidamente sexy Justin. —Susurra mientras se acerca, enrosca sus manos en mi cuello y deposita un beso húmedo, más que el anterior, apuesto a que ha pasado su lengua por ahí.
— Ashley no hagas eso, vístete.
— Te he dicho lo que quiero, y hasta que no me lo des no voy a parar. —Se muerde el labio, eso hace que note cuanto me aprietan los jodidos calzoncillos.
— Ashley para joder, me voy a ir y te voy a dejar aquí sola así evitaremos que pase nada. —Suspiro, intento levantarme pero ella estira de mi brazo y hace que vuelva a sentarme.
— Entonces bajaré ahí abajo así y me follaré a uno cualquiera.
Eso hace que mi piel se erice, el pensar que uno cualquiera, alguien que no siente nada por ella vaya a ser su primera vez me enfurece y me da asco.
— Eres virgen. —Le recuerdo.
— Lo sé perfectamente, y pienso que nadie me conoce mejor que tú para hacer que deje de serlo. —Muerde mi cuello.
— Joder… Para, va muy enserio, no voy a controlarme y entonces mañana querrás matarme y no me volverás a hablar en tu vida. —Murmuro.
— Justin puede que esté borracha pero solo he bebido unos vasos, soy consciente de lo que hago.
— Debes de dejar de ser virgen con alguien al que ames Ashley, no conmigo, tampoco debes de follar, en tu primera vez tienes que… Hacer el amor. —Digo rápidamente.
— Yo… Te quiero, me gustas. —Camina hacia mí, me empuja tumbándome en la cama, sube encima, abro los ojos.
— Baja.
— Uh Justin, tu amigo dice lo contrario. —Ríe y aprieta más su feminidad contra mi entrepierna.
— Joder Ashley. —Gruño. — ¿Estás segura? —La miro a los ojos, esta sonríe “tímida” y asiente.
Me incorporo con ella encima, la miro a los ojos, maldita sea, voy a explotar como siga aguantando las ganas. Ella quiere, pues entonces lo tendrá.
Beso su cuello, veo como ella entreabre los labios a la vez que cierra los ojos, eso le gusta casi tanto como a mí. En realidad ¿A quién no le gustan los besos en el cuello?
Cuando tiene la oportunidad quita mi camiseta, la miro divertido, entonces en uno de mis descuidos me besa, ahora ella me besa, aun que esté borracha no puedo estarlo tanto, debe de ser un poco aun que sea un poco consciente de lo que hace.
Juego con su lengua, ella con deseo muerde mi labio una y otra vez mientras que con su pelvis juega alrededor de mi bulto, ella al notar presión contra su feminidad ríe.
— Nena eres condenadamente sexy. —Sonrío, mi otro yo no duda en soltar todo lo que piensa sin pensar antes en las consecuencias.
— Deja de hablar y haz que esto se calme ya. —Susurra mientras dibuja un corazón con las yemas de sus dedos sobre mi pecho.
Sonrío, ella es muy caliente, por mucho que pretenda hacerme entrar en razón a mi mismo sigo pensándolo. Si ella no fuese Ashley “Mi mejor amiga” ya me la hubiese follado el primer día sin duda alguna.
Con la ayuda de mis dientes agarro uno de los tirantes de su sujetador haciéndolo caer lentamente. Beso su hombro, lo mordisqueo haciendo que ella suspire deseosa.
{Ashley.}
No sé en qué estoy pensando, solo siento ganas de sexo, de hecho no soy yo, no estoy controlando mi cuerpo, es como si lo hiciese por él mismo, es prácticamente como estar viendo la escena desde otra persona pero sintiendo cada movimiento, cada caricia, cada beso.
Mi otra “yo” está actuando como ella quiere hacerlo sin antes consultar si puede o no. Es raro, he bebido, pero no es la primera vez que lo hago, no debería de sentirme así, no sé como mierdas hacer que lo que realmente quiero hacer es decir, parar esto, lo que está haciendo mi cuerpo, simplemente él va por sí solo.
Ninfómana (Mi otra yo, la otra Ashley) se abalanza sobre Justin tumbándolo de nuevo en la cama, mientras sujeta sus manos contra su cabeza, lo tortura con una hilera de besos que parte desde su cuello hasta su ombligo haciendo que este se estremezca.
Tan pronto como lo suelta lo vuelve a agarrar, a hacer prisionero de sus torturas haciéndole poner sus manos en sus pechos ¿O debería de decir “mis”? Porqué está claro que esa chica, la que está haciendo todo eso con Justin soy yo aún que mi mente, la Ashley real esté perdida por alguna parte, y me entristece que él piense que yo soy así de pervertida, esa es Ninfómana, la adicta al sexo, no soy yo. En cierta forma debo de serlo, digo, está claro que soy yo, y que en alguna parte de mí hay una Ashley ansiosa por sexo cosa que en mi vida he probado y es raro que esté tan pervertida sin haberlo hecho nunca.
Él la mira sorprendida, pero con deseo, intenta volver a sentarse con ella encima, pero esta vuelve a tirarlo contra la cama haciendo que él haga una mueca pero ya no vuelva a intentar tomar las riendas.
Mi Ninfómana, mi “Diosa sexual” baja su mirada hasta la erección de Justin, sonríe de lado, se agacha, muerde los pantalones de él con ganas, quiere arrancárselos.
Cuando logra liberarlo de esos jeans concentra su mirada en el gran bulto, ahora solo los separa una minúscula tela a ambos. Ella sonríe se siente ganadora, al fin está pudiendo hacer lo que necesita, lo que quiere.
Besa a Justin desesperadamente, como si ambos lo necesitasen, aun que solo sea por sexo, por placer. Pero entonces regreso a medias, entonces vuelvo a ser medio yo, miro con asombro la puerta que cada vez se va abriendo más.
Una chica medio rubia abre la puerta asomando su cabeza, al parecer busca a alguien. Entonces la reconozco es Cara. Rápidamente me aparto del cuerpo de Justin, tan rápido que no me fijo ni en si hay más cama al lado así que naturalmente me caigo.
La cara de ella es de asombro, medio avergonzada y medio riendo cierra sus ojos a la vez que logra entreabrir sus finos labios, pero alguien se le adelanta, Justin empieza a maldecir una y otra vez.
— Mierda, mierda, mierda. —Susurra incorporándose mientras niega con su cabeza. Tapa su rostro, da a entender que está confuso, fastidiado y furioso, al parecer consigo mismo.
— ¿Qué estabais haciendo? —Ríe, aún está borracha y fumada, pero no más que yo así que aún conserva un poco de uso de la razón.
— Quiero follarmelo. —Río, ninfómana y calmada están fusionadas en mí.
— Ashley, estás como una cuba. —Niega riendo mientras se acerca, extiende una de sus manos e intenta que levante del suelo, ya que sola no puedo.
Con mucho gusto acepto su ayuda, entonces me levanto del frío suelo, miro a Justin este está aún con la cabeza gacha mirando fijamente el suelo, o simplemente la nada mientras dice cosas que no logro entender.
— ¿Y ahora qué te pasa a ti? —Me tambaleo, así que antes de caer me logro apoyarme en Cara.
— ¿Que qué me pasa? —Deja de mirar el suelo para mirarme a mí, lo hace con dolor. — Soy un jodido violador. —Niega con la cabeza mientras se pone de pie.
Busca sus pantalones con la mirada, cuando los encuentra los agarra y en un cerrar y abrir de ojos los lleva puestos, como si por arte de magia se los hubiese puesto. Aun que supongo que no se trata de eso, simplemente que de lo borracha que estoy no puedo con mi maldito cuerpo y esto hace que me cueste hasta pestañear.
Entonces llega la Ashley bipolar, señores y señoras abran paso.
Como si lo peor hubiese sucedido echo a llorar, cualquiera podría pensar que esas lágrimas eran de cocodrilo pero simplemente me miran sorprendidos, Cara se pone seria, pero al momento vuelve a estallar en risas, Justin se acerca, parece preocupado.
— ¿Qué ocurre? —Susurra con aires de preocupación.
— No sé qué me pasa Justin. —Exploto a llorar en sus brazos, pero rápidamente me separo de él. — Ha sido todo muy raro, lo está siendo. —Susurro. — Estoy sintiendo muchas sensaciones al mismo tiempo y cosas que no logro entender. Yo no quería follarte, yo no quiero eso, pero hay algo en mí que quiere que lo haga y simplemente es como sentirme loca, es horrible. —Tapo mi rostro con mis manos.
Noto como unos fuertes, muy fuertes* brazos me rodean, apoyo mi cabeza en su hombro, sollozo. No sé en realidad porqué lloro de esta forma, digo, si fuese él creería que estoy loca o algo así. Ya lo creo sin ser otra persona así que supongo que eso es algo grave.
Noto como aspira el aroma de mi cabello, en cierta forma me tranquiliza estar en sus brazos, recuerdo como él solía hacerlo cuando algunas de mis amigas dejaban de hablarme o simplemente me enfadaba porqué mis padres no querían comprarme aquella casita de muñecas rosada que tanto ansiaba. Ojalá todos los problemas solo fuesen esos, una simple casita de juguetes.
— Eres tan tonta. —Susurra aún aspirando mi perfume, sé cuando lo hace.
— No lo soy.
— Si lo eres, pero a tu manera. —Noto como sonríe, como sus perfectos dientes me iluminan al él separarse de mí.
Oh no, no te alejes, no ahora por dios, se sentía tan bien al estar entre tus brazos…
“El te gusta” susurra una voz que nace de mi interior, una voz muy profunda que hace que me atonte.
No es cierto, él no me gusta, es bonito, sensible y quizás a veces un chulo, pero tiene ese punto de misterio que hace que quieras saber más de él, que quieras saber algo que no sabes, como que piensas que lo sabes todo en cuanto a él, lo que le rodea, pero algo te dice que no estás en lo cierto y que no conoces una mierda de su vida, de su nueva vida.
“¿Ves? Estás loca por él y lo niegas, cría.”
— ¿Cría? Tú no sabes nada acerca de mí ni de mis sentimientos, así que más vale que te calles.
Ups, pensar en voz alta, uno de mis muchos defectos.
— ¿Cómo? —Frunce el ceño, sus comisuras se van arqueando hasta que por fin puedo ver un poco de sus perfectas perlas.
— Nada, olvídalo. —Digo sin más esperando que olvide lo que acabo de decir.
— Oficialmente eres más rara de lo que creía que eras. —Ríe entre dientes.
— Eh, ¿Ashley, tía, no te piensas vestir? —Una voz femenina inunda mis oídos haciéndome saber que ella aún está ahí.
Río nerviosa, mientras busco mi ropa, cuando la encuentro me visto, rápidamente salgo de ahí dejando a Justin con la palabra en la boca, Cara sale también corriendo hacia donde yo me he ido, cuando me alcanza se para enfrente, haciendo que no pueda pasar.
— ¿No vas a contarme que ibas a hacer? —Ríe.
— Te lo he dicho antes, follarmelo. —Susurro.
— Ya bueno, me refiero a que mañana tú misma querrás matarte.
— Lo sé, pero tenía medio ganas. —Frunzo el ceño al escuchar lo que yo misma acabo de decir.
— Sigues estando borracha. —Asegura.
— Ya, y tú también solo que fumada. —Añado.
Cara me acompaña a casa, nos despedimos y entro, Nanny como es natural ya está dormida sin importarle el ruido de la fiesta de Justin.
Subo a mi habitación me pongo el pijama, después me quito el maquillaje y hago de mi cabello suelto un moño despeinado, hundo mi cara en el grifo que está con agua muy fría, también bebo de ahí.
Cuando me encuentro un poco mejor camino hacia la cama, me tumbo y pienso en lo sucedido.
Casi dejo de ser virgen con mí… "Ex" Mejor amigo.
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